martes, 12 de enero de 2010

Personalmente relato...

Me enfrento con el tan blanco documento una vez más. Hoy me dejo de versos y de amores aun sin tacto, me centro en una reflexión inesperada, en algo más íntímo, en una opinión personal.

Viajaba yo en uno de esos autobuses en los que las reglas son ignoradas por terceros (no coma, no beba), me imagino que tenía puesta mi mano derecha sobre el menton y una mirada de esas como si estuviera viendo una playa entre las colas con mil ruedas y las bocinas con carácter malhumorado; cuando de un momento a otro la velocidad luz del pensamiento aleotoriamente ubicó una retrosprectiva en mi mente.

Recordé mis tan escasas palabras que habían originado (hace unos segundos o quizás un dia atrás, no lo sé) una respuesta chocante hacia una crítica bellamente constructiva. Luego, recordé la respuesta ajena a la mía y creí entenderlo todo:

Era una confesión tergiversada entre 3 puntos suspensivos lo que yo había recibido por mi tan inoportuna obsesión con los signos que simbolizan el sueño.Más que una crítica, era un beso... y mi actitud desinteresada y punzante lo hizo retroceder con unas palabras inocentes que vislumbraban su ahora verguenza (no la mía)...

Respondi a la verguenza ajena por vez tercera (la última) con calma y serena: "Todo bien"... Y todo pasó. Mi opión personal:

"Aquí me bajo Señor, Gracias"

miércoles, 6 de enero de 2010

El fin del sentimiento.

Era una tos prófuga (de esas que escapan tras el suspiro de un humano que cae bajo los números de la tercera edad) mi compañera en una noche con suelos fríos y paredes sofocadas. Recuerdo el sonido de las teclas mientras estas besaban mis yemas, pensaba en el acá y en el allá, en lo que había sido y no resultó, en lo que no había nacido pero que sin hacerlo ya había muerto. Eran miles o quizas 22 rostros indelebles los que se despedian de mi mientras recreaba sus historias ya pasadas, ya asimiladas, ya... ya... ya...

" Se acerca la muerte" - dije - " Ahí viene con sus alas negras y su sonrisa tentadora, con sus huesos pulidos y su manto negro cual escoria fisica, ya pisada, ya asimilada, ya... ya... ya... " -continué-

Era mi aliento escaso lo que no me dejaba continuar, y tras cada exhalación brusca e involuntaria del mismo, me encontraba en un letargo mental y repugnante en el que veía a la muerte vestida de gala, pues, era una noche clara, en la que ella festejaría mi nombre en fusión con el suyo.

Recuerdo que en esos momentos en los que mi respiración se atenuaba, seguía pensando en esos miles o quizás 25 rostros. Mis yemas seguían en romance con las teclas color metal, me detenía entre líneas y leía al hijo que nació de tan eufórico amor:

"Me úbico en mi último suspiro
En mi amor aun retenido, aun en tierra estéril.
Es mi historia la testigo de mi aun ausencia.
Siento y obvservo... escucho... leo...
Fotografías, letras, miradas... ajenas,
No mías, de nosotros... Tú, yo.
Ya no hablo de aquel
Ni del primero,
Mucho menos de los otros...
Hablo del aun sin nombre
Del que aun espero sin presencia
Del que aun quiero sentir ausente de físico"

No terminaba de leer el primer bloque cuando ya mis ojos titilantes ansiaban llenar el blanco papel que simulaba escribir "el FIN del sentimiento"... pero la noche era clara, llena de pensamientos en colisión y sentidos dentro de ambulancias. Mi respiración era constante hasta que mi compañera me embriagaba.

"Tos punzante, repugnante, que convoca a la muerte que aun no es bienvenida" - dije - " Tos indeseable, seca, asquerosa, que convoca a la muerte que me mira con deseos de coger mi mano" -continué-

Y continué... escribiendo, pensando, sintiendo, lamenando-me... y mis ojos ansiosos por leer-me escuchaban el segundo bloque:

"Observo los 3 retrovisores,
No hay más que frases e intenciones repetidas.
No hay más que humanos minusvalidos, conformistas... Con 5 sentidos en perfección.
No hay más que yo...
Sin ningun... Sensible
¿Que hay entonces?"

Era el fin del sentmiento, esto... Y con aun mucho silencio sin vislumbrar, observé como la  muerte posaba de manera pedestre frente a mí, me ofreció su mano... La derecha

"Tómala" - dijo - Porque por mi haz de morir... porque por mi hoy te escribes"

Solté las teclas y el tercer bloque caia mientras le daba la bienvenida tomandole su palabra:

"Es la lluvia, esa que empaña mis retrovisores,
esa que recorre mi yo,
esa que en días de ausencia ya descrita me acobija cual manto tibio.
Frías las gotas que caen sobre mi alma,
Sobre mi amor igual a una coma seguida de un cero"

Era la lluvia disfrazada, mi verdadera compañera, esa que jugaba con mi respiración, esa que desechaba mi aliento, esa que convocó a aquella con vestido de gala... Esa era ella, la lluvia.

 " Muero por estas gotas que queman
Por esta ausencia que siento
Por este amor retenido...
Muero... Porque dejo mi cuerpo... dejo de sentir su mano"

Y tras el ultimo signo de puntación... Caí gracias a los disfraces de una tos y de una muerte... No eran más que lluvia escogida por amor...  Me llevaron hasta la entrada del tunel, luego deje de saber lo que sucedía... deje mi cuerpo, deje de sentir su mano...

Muero y amo, amo y muero: Eran 30 o quizás miles... a este nivel me cuesta reconocer formas... números... ya... ya... ya... viví.