martes, 3 de agosto de 2010

Verdad sin velo.

Y llegó como un lobo disfrazado de oveja:
Como un diálogo aparentemente sutil, sin velo, con intereses hacia el ser ajeno...
Como una anaconda... que se desliza exudando seducción con un susurro que acurruca a su víctima hasta recorrerla entera y quebrantarle todo sus huesos, haciéndole con su piel escamosa un féretro...
Como siempre llega la duda...

Hoy más que nunca anhelo que la racionalidad me contenga, para así poder discernir lo verdadero de lo falso...
pero ¿Cómo hacerlo si el cuerpo piensa sintiendo y lo que siento, lo siento claro y lo pienso turbio?

¡Convoco a la rebeldía de esta dualidad que tiene posada en mi ser!

Amo al ser no corpóreo que te compone...
Amo a la idea de amarte sin cuerpo pero con alma...
Amo no tener que poseer la materia para sentirte...
¿Cómo entonces seguir amandote si se me ha corrompido la imagen que mi pensamiento guardó de tu ser sensible?
¿Cómo no ignorar tus vivencias tan ajenas a mi esencia?
....
¿Cómo no...?

-Suspiro-

Es malévolo indagar en el gusto ajeno para manipular su sentir a priori:
Sucumbir en busca del tacto ideal para obtener la recepción de otro ser y que este se embriague de felicidad atendiendo a un diálogo que de su parte se muestra libre pero de la otra se esconde tras una máscara, es como observar a un depredador que deja sufriendo por gusto a su presa antes de devorarla.

¿Cuantas veces no hablamos de la sinceridad como principio de develación del sentir?
Recuerdo que corregiste tu torpeza inicial... y hasta llegue a creer en un respeto futuro.

No me pertenece que mi ser sea considerado como un blanco, como algo que se puede ganar o perder... Me parece una falta de respeto a la vida mantener esa visión tan degradante ante otro alguien...
Creo que no vine a este lugar para ser aparentemente complacida y en verdad estar complaciendo una carencia ajena...
Me desagrada pensar que me piensan como objeto para apaciguar un deseo lujurioso... ¿Cómo puede un ser estar tan lejos de la delicadeza?...
Es detestable el que me hagan creer que atiendo a adjetivos maravillosos solo para aletargar mi razón y asi quedarme a merced del cuerpo, que piensa sintiendo y se ve vulnerable a poder llegar a entregarse a una pasión, pasión inducida por una sintonía forzada, con máscara... que solo es capaz de botar dichas palabras hermosas pero ausentes de pureza.

Soy tan distante a todo lo que realmente conforma tu ser... Ser que amaba y respetaba y que me habia devuelto esas ganas de seguir pensando:
Que aún se puede ejercitar un diálogo rico en conocimiento y sentir,
Que se puede amar sin ser malinterpretado...
Que la libertad existe y lo mas divino es saborear las verdades develadas...
Que sí se aprecia la pureza ajena... y mas que apreciarla se respeta...
Que hay gestos que nacen del sentir y que no esperan nada a cambio...

... Que existe el amor... pero no como se nos ha vendido...

Mucho gusto.

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