martes, 23 de noviembre de 2010

Desde lo eterno.

He agotado los pensamientos convocando a la reproductibilidad de la nada. La presencia del pensamiento "esteril"  anuncia su llegada con inmóviles pasos llenos de un vacío que recorre mis recuerdos ausentes de imagen y palabra.

Nunca el sentimiento imaginó quedarse solo con la presencia de los sentidos, que ahora, anhelaban encontrar la forma de expresar su saber. Sin razón me enuncio y vuelvo a lo primitivo. El ser encuentra la razón en su cuerpo que se declama existente a través del mundo. No hay palabra, hay olor, sabor, sonido, textura...

"Siento al ocaso o a la aurora, no lo sé...
la noche o el día que llega los define.
La existencia del infito horizonte es absurdo.
No hay límite,
no hay tiempo:
los números no existen.
 Se contempla una eternidad que se repite..."

Bis (por favor)

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