domingo, 30 de mayo de 2010

Daulidad.

Al querer dejar de involucrarme, mi sentimiento se vuelve victima de la racionalización:
"La libertad del cuerpo, de los sentires, se empieza a ignorar y solo se tomará como verdad todo aquello que se muestre despejado de dudas...Aquello que se muestre CLARO y DISTINTAMENTE (sin objeciones, ni exepciones)"

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Recuerdo que un día me preguntaron ¿A quién se supone que deba amar yo?... y yo pensé: ¿Desde cuando se debe cuestionar o predecir el futuro del acaecimiento de un sentimiento? : Los males de la época.

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Me estremesco ante la individualidad del ser y anhelo atender esa postura tan "yoista": que se muestra autónoma sin ser ensimismada. Nada personal: probabilidades de involucrarme: ninguna.

Se me hace difícil no darle rienda suelta al sentir y siempre tener que participar del sentimiento como si el acaecimiento del mismo atendiera a una repartición que apela a la idea del trueque... "Hoy le digo esto, porque ayer él lo hizo" "Muero por saber de él, pero no lo llamaré porque ayer lo hice por ende a él le toca llamarme hoy"

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Al reconocer mi belleza, dudo de la capacidad del otro de ver más allá de lo carnal... dudo de su capacidad de discernir entre lo verdadero y lo falso... dudo de su experiencia adquirida al exponer sus sentidos y tomar una verdad proveniente del cuerpo... dudo... dudo... y al dudar me dejo de mostrar CLARA y DISTINTAMENTE...

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Encontrar un adjetivo que pueda develar la "inconstancia" es como ver a un animal mordiendose la cola: tiempo ciclico sin finalidad...

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Me cuativó... Y desde ese momento mi estado emocional no desea bajarse de la montaña rusa (...)


 

1 comentario:

Daniel Dannery dijo...

"Me cuativó... Y desde ese momento mi estado emocional no desea bajarse de la montaña rusa (...)"

¿Me cautivó? Será la verdadera expresión? o es una expresión Michauxliana?