viernes, 10 de septiembre de 2010

Minutos antes.

El cuerpo se expresa... y pienso con temor como abordar sus palabras:

No se siente menos que una sudaración extra-terrestre en las manos (no se ha palpado antes tal fluidez constante)...
El corazón, ese indivisible al hablar de emociones, se hace escuchar más que nunca, mientras lo siento tocando campanadas en mi garganta. ¡Que manera de darle musica a la realidad del sentir!
El estómago... parece ser un cielo convertido en víctima de todos aquellos insectos voladores que se preparan para el combate...
Las piernas son esteriles, y no se atreven ni siquiera en reparar en la idea de: ¿Cómo se podrá sentir la separación simultánea de las mismas?

... Se piensa en la palabra futura y ya tiritan los labios al recordar su papel en este tiempo.

¡Que gran día para sentirse y pensarse enamorado!

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