Primer Encuentro.

(...) Yo: Concurridamente he vuelto a mi...
No hago más que estirar exageradamente mis manos, exponiendo delineadamente mis tabaqueras anatómicas,
Como si esperase sostener un "algo"... que no sea aire ... o "NADA" como muchos sin facultad de alcanzar detalles dicen...
De repente escucho la colisión constante que experimenta mi ceño,
Como si construyendo caudales, fuése un pensamiento cegador a fluir hasta llegar a deslumbrar todo mi rostro.
Posteriormente recuerdo mi ansiedad, que muerde el reverso de mi labio inferior,
Como si sintiése la necesidad de recordar(me) que puedo hablar.
Siempre me veo con el deber de tomar la decision de "¿Qué voy a escuchar?"
Como si mis oidos estuviésen ya cansados... y entonces le bajo el volumen a la música, pues mi pensamiento comienza a gritar.
Los pies andan... pero solo "andan"
Como si el andar les fuése suficiente...
Los ojos por su parte se subordinan a la imaginacion
Como si no les bastáse lo que el mundo les ofrece...
Y si me atrevería a develar todo lo que le sucede al resto del cuerpo... llegariamos a "algún piso", así que... pregunto yo ahora: ¿Y Usted?

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9:05 am

Ese: Buenos días

Yo: -¡Con que seguridad lo dice! pensé- Gracias.

Ese: ¿A que piso va?

Yo: De verdad mentiría si le respondo, pero quisiera que fuese parquet...

Ese (con un suspiro exhalado por una risa tenue): Está bien... muy bien pero ¿Por qué parquet?

Yo: La gente con mucho andar camina firme sobre parquet, pues, los zapatos nuevos suelen traicionar... pero sinceramente seria tonto responder eso, como también lo sería decir que el marrón mantiene una postura muy elegante al reflejar con brillo a quienes caminan sobre él. ¿Ud. a que piso va?

Ese: De verdad mentiría si le respondo, pero quisiera que no fuese Parquet... Pocas millas he recorrido

Yo (interrumpiendo): Sí, lo sé...

Ese: ¿Si? ... ¿Qué sabe?

Yo: Bueno... es una pregunta que definitivamente no sabría cómo abordar, eso lo sé (por ejemplo).

Ese (sonriendo): Maravillosa respuesta la suya.

Yo: Gracias por hacerla mía...

Ese: Es un placer.

Yo: ¿Lo és?

Ese (ríe): ¿Como está Usted? (...)

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9:08 a.m

Ese (perplejo): Perplejo

Yo:  ¡Vaya que capacidad de sintesis!

Ese (riéndo tenuemente): ¿Qué busca... o espera?

Yo: Buscar o esperar... ¡Que falta de respeto al tiempo!.

Ese: ¿En qué lo gasta entonces?

Yo: Puntualmente hablando: con su persona.

Ese (suspirando): ¡Pero como le encanta jugar con las palabras!

Yo: Y Usted con la penetración en el pensamiento ajeno... Momento preciso para decir: aquí me bajo.

Ese (atropellando ideas): ¡Momento! ... ¿En dónde?

Yo: Aquí, en donde ya el develar se posa y la intimidad anhela aún su soledad. Gracias...

9:09 a.m